lunes, 8 de octubre de 2007
CULTURA PARACAS
El Formativo es el período comprendido entre los 1 200 y 200 a.C., cuyos orígenes remontan al período de domesticación de plantas y animales ocurrida en el Arcaico Tardío (3000 - 2000 a.C.), marcando el posterior desarrollo de la civilización en los Andes Centrales.
El desarrollo tecnológico alcanzó un gran esplendor con el surgimiento de la alfarería, textilería, metalurgia y agricultura de riego. Esta tecnología se sustentaba en la integración de las regiones sobre la base de una eficiente ideología religiosa.
Es así como se explica la presencia de grandes y fastuosos centros ceremoniales encargados de satisfacer las necesidades de la creciente población. El Periodo Formativo corresponde a la etapa en la cual hay dos acontecimientos reseñables:
1) El asentamiento es definitivo y se genera un sistema agrícola.
2) Se construyeron importantes Centros Ceremoniales.
Son propias de este periodo las Culturas:
o Paracas
o Chavin
o Salinar
o Cupisnique
o Sechin
CULTURA PARACAS (700 a.C. - 200 d.C.)
Se desarrollo en la costa Sur de Perú, cerca de Pisco, departamento de Ica. Tuvo su centro principal en Peña de Tahajuana, en el valle de Ica, a 300 Km. al Sur de Lima.
La cultura Paracas fue una civilización local, de la costa sur, cuya influencia se extendió desde Cañete por el Norte hasta el valle de Yauca en Arequipa, por el Sur, es famosa por sus tumbas, fardos funerarios, mantos que los recubren y la aplicación de técnicas de trepanación y deformación artificial del cráneo.
La Cultura paracas tuvo dos movimientos culturales:
1) Cultura Paracas Cavernas (700 a.C. - 200 a.C.)
2) Cultura Paracas Necrópolis (200 a.C. - 200 d.C.)
Cultura PARACAS CAVERNAS
Corresponde al periodo más antiguo y esta vinculado al arte Chavin.
Las tumbas de Paracas Cavernas se hallan ubicadas en las faldas de Cerro Colorado están excavados en la roca dura, su forma es de una botella de cuello alto cuya boca es de dos metros de diámetro por dos de largo, con una caverna sepulcral semiesférica, que tiene hasta 2 m. de altura y unos 4 m. de diámetro, donde se colocaban los fardos funerarios (momias). Estas tumbas se hallan unas contiguas a otras, eran sepulturas colectivas de hombres, mujeres o niños, cubiertos con telas rústicas, con diseños de peces, serpientes o figuras humanas.
La mayoría de los adultos tenían tatuajes, el cráneo alargado artificialmente y trepanaciones. Las momias era enterradas con un conjunto de ceramios y alimentos para el transito a la nueva vida.
Cerámica de PARACAS CAVERNAS
La cerámica Paracas Cavernas presenta influencia Chapín. Las vasijas son de forma globular, con doble pico corto y asa puente, modelo que será usado también por sus descendientes de la cultura Nazca, es policroma (rojo indio, amarillo oscuro predominante y verde oliváceo o azulado), también hay vasijas de color negro, sin decoración.
Cultura PARACAS NECRÓPOLIS
Corresponde al periodo más evolucionado. Famoso por sus telas decoradas con figuras policromadas (MANTOS), está vinculado a la Cultura Nasca.
Es un período pre Nasca.
Las tumbas de Paracas Necrópolis están ubicadas en las faldas de Cerro Colorado de Paracas (al igual que las de Paracas Cavernas), pero son tumbas en campo abierto.
Los individuos eran enterrados agrupados en cementerios, en la arena o escombros de épocas pasadas, a poca profundidad y en algunos casos se reutilizaron las estructuras domésticas de la época anterior colocando los cadáveres entre los muros o rompiéndolos para acondicionar espacios más grandes, recubriéndolos luego con arena y escombros.
De estos cementerios se extrajeron numerosos fardos funerarios cuya característica más notable respecto a Paracas Cavernas es que además de las telas ordinarias y bastas que recubrían al cadáver, presentaban unos tejidos suntuosos: los MANTOS.
Igualmente junto a las momias aparecen CERAMIOS
Las MOMIAS muestran como en Paracas Cavernas, las CABEZAS ARTIFICIALMENTE ALARGADAS, pero prácticamente no se observan TREPANACIONES.
Cerámica de PARACAS NECROPÓLIS
Se trata de una cerámica ovoide (globular achatada), con aspecto de “calabaza”, con doble pico tubular corto y asa puente, predominan los motivos naturalistas: figuras de personas, animales y frutos, la pintura es monocroma, de color crema, marrón rojizo o blanco, aplicada en la precocción.
Las paredes de de las vasijas son más delgadas y están mejor cocidas que las de la fase Paracas Cavernas.
Los Mantos de PARACAS NECRÓPOLIS
Las telas finas de Paracas Necrópolis son de algodón y de lana de camélidos, o de material mixto generalmente constituido por una tela básica de algodón sobre la que eran bordadas figuras con hilos de lana de distintos colores, usadas para prendas de vestir.
Al morir, estas prendas formaban parte del ropaje o ajuar funerario, como es el caso de los MANTOS, que son los que dan fama a los tejidos de Paracas Necrópolis.
Los mantos Paracas Necrópolis llegan a medir 2.50 de largo x 1.30 de ancho, son bordados con motivos mitológicos y geométricos pequeños que se repiten en diferentes combinaciones de siete colores de origen mineral y vegetal.
Los bordadores o bordadoras conocieron las técnicas del brocado, del velo, la red y la doble cara, y en ocasiones sus bordados eran salpicados con lentejuelas, hebras de oro o plata y/o cabellos humanos.
Momificación en la Cultura PARACAS
El proceso de momificación se realizaba de la siguiente manera:
- abrían el tórax y se extraían los pulmones y el corazón,
- mediante un corte en el vientre se extraía la masa intestinal y vísceras,
- por medio de incisiones se extraían los músculos de las extremidades,
- por las fosas nasales le extraían el cerebro,
- luego el cadáver era rociado con sustancias químicas,
- expuesto al fuego o los rayos de sol, hasta su total secado.
El cadáver luego de ser momificado era depositado desnudo en una canasta, sentado con las extremidades flexionadas, esta posición se mantenía mediante fuertes ligaduras, hasta formar literalmente un bulto de forma cónica,
La boca y los ojos de los principales se cubrían a menudo con plaquitas de oro y los rostros se cubrían con óxido de hierro y adquirían un color rojo.
La momia era envuelta primero con telas de algodón a modo de sudario, luego de varias capas seguía una serie de mantos bordados, entre manto y manto se colocaba el ajuar funerario: brazaletes, collares, turquesas, espejos de obsidiana, diademas, armas, penachos, bastones, vestimenta, comestibles y pequeños animales disecados(monos, loros, vizcachas o perros), de acuerdo a la posición social del difunto.
Finalmente el fardo era cubierto por una manta de algodón de hasta 20 m. de largo por 1.50 m. de ancho, el fardo llegaba a medir hasta un metro y medio de altura.
Deformación de cráneos en la Cultura PARACAS
La deformación craneana fue ejecutada buscando el alargamiento del cráneo la forma se generaba por la aplicación de tablillas que presionaban la caja craneana durante la niñez.
Trepanación en la Cultura PARACAS
La trepanación consistía en horadar quirúrgicamente la parte afectada del cráneo, con el fin de evitar que huesos hundidos o astillados causen dañp a la masa encefálica.
Existían dos métodos para realizar la trepanación:
- incisión con objeto cortante con el fin de sacar un fragmento cuadrangular de hueso del cráneo.
- raspando por abrasión hasta generar pequeños agujero en torno a un circulo en el hueso del cráneo, que luego es extraído.
En la trepanación se usaban cuchillos de obsidiana, concluida la operación el hueso extraído era reemplazado por una placa generalmente de oro del mismo tamaño y forma, para aproximar los bordes de las heridas se usaban hilos y vendas de algodón. Como anestesia se usaba chicha fermentada con hojas de coca, ayahuasca o cachado de coca.
La operación pese a ser muy peligrosa era fácilmente superada, se han encontrado momias con hasta cinco trepanaciones)
sábado, 1 de septiembre de 2007
PERÍODO FORMATIVO (1.200 a.C. - 200 a.C.)
El desarrollo tecnológico alcanzó un gran esplendor con el surgimiento de la alfarería, textilería, metalurgia y agricultura de riego. Esta tecnología se sustentaba en la integración de las regiones sobre la base de una eficiente ideología religiosa.
Es así como se explica la presencia de grandes y fastuosos centros ceremoniales encargados de satisfacer las necesidades de la creciente población. El Periodo Formativo corresponde a la etapa en la cual hay dos acontecimientos reseñables:
1) El asentamiento es definitivo y se genera un sistema agrícola.
2) Se construyeron importantes Centros Ceremoniales.
Son propias de este periodo las Culturas:
o Paracas
o Chavin
o Salinar
o Cupisnique
o Sechin
domingo, 26 de agosto de 2007
PERIODOS DE LA HISTORIA PRE INCAICA DEL PERÚ
LÍTICO 10.000 - 6.000 a.C
ARCAICO 4.000 - 1.200 a.C.
Arcaico Inferior 4.000 - 2.500 a.C.
Arcaico Superior 2.500 - 1.200 a.C.
FORMATIVO 1.200 - 200 d.C.
Cerro SECHÍN Costa Central 1.200 - 200 a.C.
Cultura CHAVÍN Sierra Norte 1.200 - 200 a.C.
C. CUPISNIQUE Costa Norte 800 - 200 a.C.
C. PARACAS Costa Sur 700 a.C. - 200 d.C.
C. SALINAR Costa Norte 500 a.C. - 100 d.C.
C. HUARAZ Sierra Norte 200 a.C. - 200 d.C.
DESARROLLOS REGIONALES 100 a.C. - 700 d.C.
C. PUCARÁ Alt.Titicaca 100 a.C. - 300 d.C.
C. VICÚS Costa Norte 100 a.C. - 400 d-C.
C. VIRÚ Costa Norte 100 a.C. - 500 d.C.
C. MOCHE Costa Norte 200 a.C. - 700 d.C.
Cultura LIMA Costa Central 100 d.C. - 650 d.C.
Cultura NASCA Costa Sur 200 d.C. - 700 d.C.
C. CAJAMARCA Sierra Norte 200 d.C. – 1.300 d.C.
C. RECUAY Sierra Norte 200 a.C. - 550 d.C.
C. TIAHUANACO Alt. Titicaca 200 a.C. - 800 d.C.
C. HUARPA Sierra Central 200 a.C. -550 d.C.
IMPERIO HUARI
Cultura HUARI Sur del Perú 700 d.C. - 1.100 d.C.
ESTADOS REGIONALES TARDÍOS 1.100 d.C. - 1.440 d.C.
C. LAMBAYEQUE Costa Norte 800 d.C. -1.400 d.C.
Cultura CHIMÚ Costa Norte 1.300 d.C. – 1.440 d.C.
Cultura CHANCAY Costa Central 1.200 d.C. -1.470 d.C.
C. ICA-CHINCHA Costa Sur 1.100 d.C. – 1.440 d.C.
Reinos AYMARAS Alt. Titicaca
C. CHACHAPOYAS Oriente 700 d.C. – 1.500 d.C.
Cultura HUANCA
Cultura CHANCA Sierra Central 1.250 d.C. -1.440 d.C.
Reino del CUSCO
IMPERIO INCA
Cultura INCA 1.400 d.C. - 1.532 d.C.
sábado, 28 de julio de 2007
PERÍODO PRE CERÁMICO DEL PERÚ
Pre cerámico Temprano: La secuencia prehistórica del Perú comienza sobre el 13000 a.c., con la evidencia de las primeras sociedades de cazadores-recolectores en la sierra de Ayacucho y de Ancash. Las poblaciones que vienen de Norteamérica a través de América Central pueblan el Perú y habitan cuevas habitadas en este periodo, Lauricocha, Pacaicasa, Cueva de Guitarrero, etc.
Pre cerámico Tardío: Este periodo representa un cambio importante con respecto al periodo anterior. El sedentarismo de las poblaciones, el uso extenso del algodón, y el desarrollo de las primeras estructuras monumentales son las características principales del periodo. Las poblaciones comenzarán a asentarse en aldeas permanentes, con chozas o estructuras hechas con caña y barro. En ellas, comenzarán a construir grandes montículos con áreas rituales en la cima.
La domesticación del ambiente (5,000 - 2,000 a.C.)
Con el transcurrir de los años los primeros peruanos fueron aprendiendo los ciclos naturales de los animales y plantas.
Se dieron cuenta que si recogían todos los frutos y semillas de un valle, al año siguiente no habría nada que recoger, de igual manera si procedían a una caza indiscriminada de animales, les sería muy difícil encontrar otros en los años sucesivos.
Hacia el 6,000 a.C. empezó una caza y recolecta selectiva que aseguró a los pobladores del Ande alimentos para las próximas temporadas. Ya no consumían las semillas, solo los frutos o granos maduros, de igual manera ya no se cazaba a todos los animales, sino que dejaban ir a las hembras y a los más pequeños.
Esta revolución condujo años mas tarde al descubrimiento de Agricultura y ganadería y con ello al paso de una nueva secuencia cultural en los Andes.
Hacía el 5,000 a.C. se empezó con al domesticación de plantas como la quinua, las calabazas, el pallar y fríjol. El cuy y la llama principalmente fueron domesticados desde esta época.
Desde el 7,000 a.C. ya se tiene registro en los diferentes estratos de las cuevas y abrigos rocosos de la preferencia en el consumo del hombre por la llama. Se cree que este cambio en la alimentación (camélidos por cérvidos) se debió al descubrimiento de la domesticación de la llama. Este fue un proceso gradual e irreversible, los animales y plantas domesticadas son diferentes a sus ancestros inmediatos, dependiendo cada vez más del hombre para su subsistencia.
La agricultura para estos años era una incipiente recolecta selectiva pero con mayor cuidado del hombre por juntar y sembrar las semillas. Esta actividad supuso que la trashumancia practicada desde hacía miles de años fuera dejada paulatinamente hasta el total sedentarismo del hombre andino. De igual manera este sedentarismo lo obligó a salir de las cuevas y abrigos rocosos para establecerse donde las tierras fueran más fértiles, principalmente valles. Este proceso duro miles de años hasta la aparición de aldeas y centros urbanos (aprox. 3,000 a.C.).
Hacia el año 5,000 a.c. el desarrollo de la horticultura y del pastoreo en la sierra y la explotación de los recursos marítimos en la Costa, determinaron que los campamentos estacionarios se convirtieran en poblaciones definitivas y permanentes.
En la costa la riqueza y permanencia de los recursos marítimos determinaron la sedentarización definitiva de los antiguos seminómadas y su establecimiento en pequeñas aldeas permanentes que se distribuyeron regularmente, a distancias casi constantes, por todo el litoral de la comarca. La población de esas aldeas tempranas no pasaba de 50 a 100 personas, cuya economía, básicamente de índole marítima, se complementaba con el cultivo de las huertas y la explotación de las lomas cercanas.
Las nuevas aldeas se situaron a lo largo del litoral, disminuyendo al mínimo la distancia entre ellas, y luego bordearon las márgenes de los valles, hasta ascender por las estribaciones andinas. Alrededor del 4000 a.c. todo el litoral comarcano estaba poblado de asentamientos que se ubicaban a distancias de 7 Km. a 10 Km. el uno del otro y cuyos habitantes fluctuaban entre las 10 y 20 familias. Williams propone una lista de aldeas tempranas situadas en la ribera marítima comarcana: Ancón, Ventanilla, Punta Márquez, Bocanegra, La Perla, Magdalena, Bajada de Baños, Chorrillos, Chira-Villa, Tablada de Lurín, Pachacámac, Playa Arica, Punta Roca y Curayacu, estas primeras aldeas tempranas estaban constituidas por un grupo de viviendas cuyas casas eran construcciones rústicas, generalmente de un solo cuarto, complementadas por instalaciones destinadas a desecar, hornear o almacenar los productos alimenticios.
Tipológicamente las viviendas eran básicamente de tres clases:
Superficiales: de planta circular de dos metros de diámetro, ligeramente excavadas en el terreno y de forma cónica. La armazón era de huesos de ballena o de caña brava unidos con carrizos y estaba cubierta con haces de juncos, totora o gramalote, atados a la estructura y dispuestos de manera de dejar un pequeño vano de ingreso en uno de los lados de la choza.
Semienterradas: de planta circular o cuadrangular, de tres o cuatro metros cuadrados de área, enterradas hasta un metro de profundidad, con bajas paredes de piedras rústicas asentadas con barro o algas y yuyos marinos chancados. La cobertura era horizontal o inclinada y estaba constituida por hueso, cañas y esteras. El ingreso se producía por un vano lateral y mediante un corto juego de peldaños.
Subterráneas: de planta ovalada o cuadrangular, de área similar a las citadas, excavadas totalmente en el terreno hasta profundidades de 1.8 metros. Los muros de contención eran de piedra sin labrar, a veces rústicamente embarrados y la techumbre era de losas de piedra que formaban una falsa bóveda y dejaban al centro un espacio abierto, susceptible de cerrarse, para ingresar al interior.
El primer tipo debe haberse dado en toda la ribera marítima; en Chilca se han encontrado los restos de una aldea de la época con viviendas similares a las descritas. El Segundo caso es típico de las aldeas erigidas en las estribaciones de los cerros; las viviendas de Punta Márquez en el Chillón o de Carapongo en la margen derecha del Rímac, son ejemplos de este tipo de construcción. El tercer modelo de vivienda se encuentra en terrenos sensiblemente planos ubicados en zonas continentales; en las aldeas situadas en la Tablada de Lurín se tienen los arquetipos de estas unidades habitacionales.
Hacia fines del cuarto milenio a.c., se produce un cambio importante en el patrón de asentamiento de las aldeas tempranas. Aparecen construcciones de función no habitacional, aparentemente destinadas al servicio de necesidades comunales, que se supone anteriores a la construcción de los más viejos templos. La presencia de estos edificios debió ser resultado de la mayor complejidad alcanzada por la vida de la comunidad y de la necesidad de que esta se reuniera para tomar decisiones colectivas o coordinar la realización de obras comunitarias.
El ejemplo más antiguo de una construcción destinada al servicio de la comunidad, lo tenemos en una pequeña aldea situada en Cerro Paloma, cerca de San Bartolo, al sur Lima, conformada por 15 familias (4,334 a.C.), que vivían en rústicas chozas circulares y subsistían de la explotación de los recursos marinos y de los frutos de la horticultura, construyeron el primer edificio comunal del continente y uno de los ejemplos de arquitectura pública más viejos del mundo.
En dicha aldea, a cierta distancia de la zona ocupada por las viviendas, se encuentra un recinto cuadrangular, de aproximadamente 12 metros de lado, excavado en el suelo y estructurado por muros de piedra rojiza que sobresalen del terreno alrededor de 0.30 metros. Se accede al recinto, cuyo piso tiene un desnivel de 1 metro con el de la superficie exterior, mediante dos cortes escaleras, ubicadas en lados opuestos del cuadrado y siguiendo la alineación de uno de los ejes del mismo. Según el Dr. Federico Engel, descubridor de este resto arqueológico así como de muchos otros asentamientos tempranos de la Costa Central, al recinto debió estar techado, posiblemente con esteras soportadas por una estructura de postes y vigas de madera o carrizo y destinado a albergar reuniones comunales, a la manera de una "quihua" o recinto colectivo usado por los indios del sur-oeste de los Estados Unidos. Para otros estudiosos se trata más bien de un templo primitivo o de un patio ceremonial; en todo caso nos encontramos ante el primer ejemplo de arquitectura no doméstica existente en el Perú y también entre uno de los más antiguos casos de construcción por esfuerzo corporativo.
Las comunidades aldeanas adoptaran ciertas formas de organización que significaron la existencia de una autoridad capaz de tomar decisiones para efectuar obras y acciones de interés colectivo. Alrededor del año 3,000 a.c. el crecimiento de las poblaciones y, consecuentemente, el acrecentamiento de la importancia de los servicios que ellas demandaban, determinó que la separación de las funciones urbanas, que se iniciara en Cerro Paloma, se convirtiera en una característica de los primeros intentos de planeamiento urbano, dando lugar a varios tipos de aldeas.
Finalmente, a mediados del Segundo milenio antes de Cristo, se dan aldeas cuyo planeamiento es bastante más complejo, pues no sólo muestran diferenciación en el uso del suelo, en cuanto a vivienda y servicios públicos se refiere, sino también una estructura urbana basada en barrios, dotados, cada uno de ellos, de sus propios montículos Ceremoniales. Este tipo de asentamiento, que representa un patrón de diseño caracterizado por la complejidad del trazado urbano y la importancia y monumentalidad de las obras públicas, no se encuentra entre los restos poblacionales de la comarca, pero dado que si se le halla en zona cercana a la misma es de suponer que también forma parte de la topología urbanística limeña.
Alrededor del año 2,500 a.c. se produce un hecho de gran importancia para el desarrollo cultural de la Costa Central, el algodón, con cuyo cultivo debió haberse estado experimentando desde años atrás, aparece en muchos sitios de la región como un producto perfectamente integrado a la economía regional, pues se encuentran numerosos restos de tejidos en los que el algodón sustituye a las fibras vegetales que se habían usado hasta entonces.
El uso del algodón para fabricar telas mediante la técnica del entrelazado, anillado y ondulado, es decir haciendo uso de los mismos procedimientos empleados para confeccionar redes, canastas y esteras, puesto que todavía no se había inventado el telar, significó un gran aporte al mejoramiento de los niveles de vida de los horticultores aldeanos del período. Las prendas de vestir y las coberturas de toda clase mejoran notablemente, tanto en calidad coma en apariencia, y su demanda es tanta que, a muy corto plazo, se perfeccionan grandemente las técnicas de elaboración textil, de manera que muy pocos años después de la aparición del algodón se encuentran tejidos muy bien confeccionados y decorados por dibujos geométricos de gran belleza.
En la sierra, la domesticación de las plantas en los Andes se inicia hacia el año 4000 a.c., cuando las plantas como la guayaba, haba, frijol, algodón, ají, maíz y tubérculos como la patata se encuentra cada vez con más frecuencia. En esta etapa, las poblaciones costeras practican la horticultura, la etapa anterior a la agricultura, que ocurrirá cuando estas poblaciones se asienten en los valles aluviales, tierra adentro, en el periodo siguiente. Este proceso se repite en la sierra pero con la domesticación de dos especies de camélidos: la llama y la alpaca.
Sus viviendas eran cuevas y posteriormente habitaciones de piedra unidas con barro y techadas con paja, cuya forma era una mezcla de plataforma o pirámide con placa circular hundida con cuartos y fogones como en Caral y Supe.
En el Formativo inicial (1200 a.C.) en la sierra norte se generan los centros ceremoniales alargados sobre plataformas aterrazadas en las colinas de los cerros, las cuales tenían una plaza cuadrangular hundida.
En los andes septentrionales los centros ceremoniales estaban conformados por dos montículos frente a frente encerrando una gran plaza.
En la Selva los primeros pobladores se dedicaron a la caza, pesca y recolecta, se hallaban ubicados en las cuencas de los ríos Amazonas, Ucayali, Marañón, cada grupo humano contaba con de tres a cinco establecimientos temporales, uno de ellos que era más grande y estaba ubicado al centro de los otros.
En la selva es muy difícil pensar que existió agricultura, pero si se pude establecer que a partir del año 2500 a.C. se han encontrado restos de alfarería temprana en la cuenca del río Chambira y sus siete tributarios, grupos humanos que posteriormente dieron origen a la Cultura Chambira, y que desde el año 2000 a.C. poblaron la cuenca del Ucayali y posteriormente dieron origen a la Cultura Tutishkaino.
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CIUDAD DE CARAL

Las pirámides de Caral datan de hace 5000 años (3000 a.C. aproximadamente), fue levantada en la margen izquierda del río Supe sobre una gran terraza que está a 350 metros sobre el nivel del mar, ocupa un área de alrededor de 65 hectáreas y para su construcción se necesitó de un alto grado de tecnología y organización social.
El Proyecto Caral
Antes de las investigaciones arqueológicas en Caral se consideraba, que en los momentos previos a la aparición de la cerámica (1800 a.C.) aparecieron las primeras pirámides y templos, como La Galgada o Kotosh, respectivamente, y que los grandes conjuntos de monumentales pirámides corresponden al período siguiente: Inicial (1800 a.C. a 800 a.C.). Sin embargo todo esto cambió, pues los trabajos e investigaciones realizadas desde 1994 por el Proyecto Especial Arqueológico Caral - Supe (PEACS) dirigidos por la Dr. Ruth Shady ha demostrado, con fechados sobre la base del método de datación del carbono 14, que en tiempos tan remotos como hace 5000 años (3000 a.C.) Caral era una vibrante ciudad de monumentales pirámides.
Caral, cuna de la civilización andina
Se ha planteado sobre Caral que fue sede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por las cabezas o representantes de dichos linajes (Shady, Dolorier y Casas 2000) en donde uno de ellos sería el "principal" (¿Curaca?) y los otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Aspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio (Shady, Dolorier y Casas 2000). Caral debió ser la cabeza de toda esta red…
Lo que los mantuvo unidos fue la religión, que se usó como medio de cohesión y coerción. La religión en esa época fue la política del estado par

Todo lo anterior es la base de la civilización andina y están presentes en Caral como los exponentes más antiguos de las principales instituciones peruanas de la época prehispánica, como la reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial (ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos, entre las más destacadas.
La Ciudad de las Pirámides
En Caral destacan 7 grandes pirámides rodeadas de otras varias pequeñas, sumando 32 montículos en total. Sus constructores organizaron esta ciudad en 2 sectores: uno alto (al norte) y otro bajo (al sur). Un antiguo cauce seco divide a ambas partes. En el sector alto se ubican 6 pirámides principales rodeando un espacio vacío. En el sector bajo destaca la Pirámide del Anfiteatro y varios edificios menores alineados con ésta. La zona residencial es un conjunto de casas donde habitaron los pobladores de Caral. Dichos conjuntos de casas están formados por muchas habitaciones interconectadas entre sí. Sus muros son muy angostos y están hechos con cañas entrelazadas recubiertas con barro (técnica llamada quincha). En algunas de estas habitaciones se han encontrado evidencias de que fueron usadas como talleres para la producción artesanal (Shady 2004).
Sector Alto Pirámide Mayor, Pirámide Menor, Pirámide de la Cantera, Pirámide de la Galería, Pirámide de la Huanca, Pirámide Antigua.
Sectores Sector Bajo Pirámide del Anfiteatro, Templo del Altar Circular, Templo de la Banqueta.
Zona Residencial
La Pirámide Mayor se ubica en el Sector Alto de Caral. Consta de un volumen piramidal escalonado (pirámide) y una plaza circular adosada a su fachada. Una larga escalera de 9 metros de ancho asciende hasta alcanzar los 28 metros de altura, en la cima de la pirámide, uniendo a los dos anteriores elementos (pirámide + plaza circular), principales componentes de esta edificación.

En la cumbre, siguiendo el rumbo marcado por la escalera recibe al visitante el Atrio, pequeño recinto que sirve de antesala. Ascendiendo un poco más está el Recinto Principal. Se ubica en la parte más elevada, es el fin del recorrido iniciado en la Plaza Circular, seguido por el ascenso por la escalera pasando a través del Atrio y finalmente llegando aquí, al Recinto Principal que tiene sus paredes adornadas con pequeños nichos que por la forma en que están ubicados parecen formar una secuencia de rostros. Otros recintos menores se ubican a los lados del Atrio y el Recinto Principal, como el Altar del Fuego Sagrado, típico elemento arquitectónico de Caral formado por una habitación pequeña sobre cuyo suelo se ha perforado un pequeño pozo donde se han incinerado pequeños objetos como ofrendas. La Pirámide Mayor debió ser el principal edificio del Sector Alto y por tanto par del Templo del Anfiteatro, principal edificio del Sector Bajo.
En la cima de la Pirámide de la Galería se construyó un pasaje interior (como si fuera una galería subterránea) pintado de blanco y adornada con 7 nichos. Es tan pequeña que solo cabe una persona, por lo que la ceremonia aquí realizada debió ser individual. A un costado de la misma se pueden observar estructuras residenciales asociadas a este edificio donde posiblemente vivieron los funcionarios o sacerdotes al servicio de este templo. Estas estructuras residenciales también tenían pequeños altares para el fuego sagrado.
La Pirámide de la Huanca lleva ese nombre pues está alineada con una huanca (piedra larga hincada en el suelo) y seguramente su función debió ser astronómica. Una línea imaginaria ordena en una misma trayectoria la huanca con el atrio en la cima de la pirámide pasando por el medio de la escalera principal que conduce del nivel suelo a la cima de la pirámide.
La Pirámide del Anfiteatro es la estructura más importante del Sector Bajo de Caral y como tal es considerada como la contraparte o par de la Pirámide Mayor, con quien comparte la característica de tener una plaza circular. Esta pirámide es una plataforma más bien pequeña y de poca altura sobre la cual se han construido varios recintos y está completamente rodeada por una muralla. Se le adosa una monumental plaza circular, que en uno de sus lados tiene una sucesión de pequeñas plataformas a modo de graderías, semejante a un anfiteatro (de allí el nombre) y delante de ésta una plataforma rectangular. Esta pirámide tuvo una fuerte actividad ceremonial, pues enterrado en el piso de la plaza circular se halló como ofrenda 32 flautas finamente trabajadas y bellamente decoradas.
Una pequeña pirámide es muy importante, es el Templo del Altar Circular pues tiene un altar del fuego sagrado cuya base tiene la mencionada forma.
Cronología
Caral tuvo una larga vida de al menos mil años entre el 3000 a.C. y el 1800 a.C.
Período Remoto: Está fechado antes de 3000 a.C. y corresponde al tiempo anterior a la construcción de Caral cuando grupos familiares se asentaron en el valle de Supe.
Período Antiguo: (2900 a.C. a 2600 a.C.) Se funda Caral y otros asentamientos en la parte central del valle de Supe.
Período Medio Inicial: (2600 a.C a 2400 a.C.) Se reestructura el diseño de Caral y se remodelan sus pirámides agregándoles más volumen.
Período Medio: (2400 a.C. a 2200 a.C.) Nuevas ampliaciones y remodelaciones en las pirámides y demás estructuras. Se construyen grandes plataformas y plazas.
Período Medio Tardío: (2200 a.C. a 2100 a.C.) Más remodelaciones en los edificios públicos.
Período Tardío: (2100 a.C. a 1800 a.C.) Los edificios son remodelados usando piedras pequeñas. Algunas estructuras son enterradas. La ciudad es abandonada.
En el tiempo que Caral vivía sus últimos momentos ya habían surgido en la costa norte, nor-central y central del Perú nuevos polos de desarrollo.
Resumen basado en www. caralperu.gob.pe
viernes, 27 de julio de 2007
PRIMEROS HABITANTES DEL PERU
Piquimachay.- Las huellas más antiguas de presencia humana en el Perú corresponden al HOMBRE DE PACCAICASA, cuyos instrumentos líticos, hachas de mano y chancadores, de 14000 a.C., fueron descubiertos por Richard Mac Neish en 1969 en la caverna de Piquimachay, en Ayacucho. Los instrumentos petreos se ubicaron junto a huesos de megaterios (osos perezosos) y gliptodontes (armadillos gigantes) que eran el alimento predilecto de los cazadores a fines del Pleistoceno.
Lauricocha .- Las cuevas estaban ubicadas entre los 3,900 y 4,200 msnm., albergaron a un importante grupo de cazadores y recolectores, que las habitaron alrededor de 10,000 - 8,000 a.C. La dieta del hombre de Lauricocha, a partir del estudio de los huesos animales encontrados en los diferentes estratos de las cuevas, se basó en el consumo de cérvidos, principalmente tarucas para las primeras fases y camélidos en menor proporción para la última fase.
Guitarrero.- En esta cueva ubicada en Yungay-Ancash, se descubrieron frijoles y pallares domesticados con una antigüedad de 7000 a.C. Esta cueva fue habitada desde el periodo Lítico; pero recién en el periodo ARCAICO TEMPRANO los HOMBRES DE GUITARRERO combinaron sus actividades de cazador trashumante con la horticultura de leguminosas, ajíes y calabazas.
Telarmachay.- Es un abrigo rocoso ubicado a 4,420 msnm., en las alturas de San Pedro de Cajas (Junín). Fue habitada entre los 8,000 y 7,000 a.C. Se encontraron abundantes restos líticos y óseos en los diferentes estratos de la cueva lo que facilitó el análisis y estudio principalmente de la dieta del hombre andino que habitó esta abrigo. Los camélidos continuaron siendo la principal fuente de alimento, pero a diferencia de otros estadios culturales. Sus fogones, parecidos a la actual pachamanca, muestran una tecnología adelantada para su época, pues calentaban los líquidos y sus alimentos con piedras calientes. En las cenizas de sus fogones enterraban las piedras pues de esta manera eliminaban el agua de su composición y era más fácil su tallado.